Tras el silbatazo final del árbitro en el partido entre Morelia y Necaxa, un aficionado local entró con el propósito de golpear a los jugadores del cuadro hidrocálido.

El sujeto no consiguió hacer contacto con ninugno de los futbolistas aún presentes en el terreno de juego, pues fue detenido por los elementos de seguridad, así como por algunos elementos del cuerpo técnico de ambos equipos.

Después de que finalizara el encuentro, el pseudoaficionado aprovechó la distracción de las autoridades para lograr su cometido, justo cuando las vallas eran removidas, por lo que el hombre pudo ingresar con relativa facilidad a la cancha del Morelos.

Morelia solicitó a la Liga MX que no se le castigué su estadio por este hecho, pues ahora, más que nunca, necesitan de la afición purépecha para lograr su cometido de avanzar a la Liguilla del futbol mexicano.