De acuerdo con una investigación de origen inglés, dicha compañía está ganando mucho dinero a partir de contenidos sumamente impactantes que promueven la violencia y trastornos alimenticios, especialemente en los jóvenes.

Marcas de renombre pagan a Google para aparecer en videos de Youtube, que son subidos con etiquetas específicas para que los adolescentes los vean, sin saber que contienen material no apto para menores de edad.

Los audiovisuales suelen tener un inicio calmado y tranquilo, como cualquier otro ‘vlog’ en el portal de Youtube, pero conforme van reproduciéndose muestran a personas automutilándose o dando consejos suma mente extremos para adelgazar en una semana.

“A pesar de que este tipo de materiales suelen tener un ‘filtro’ de edad, es muy fácil para cualquier niño poner una fecha falsa de nacimiento y así poder accesar a cualquier video”, apunta Stephen Buckley vocero de ‘Charities Aid Foundation’ una asociación a favor de los adolescentes en Inglaterra.