La Selección actual de Croacia tiene prácticamente el mismo tiempo de vida quePhotoshop. El software tan comúnmente utilizado en la actualidad salió al mercado en febrero de 1990. Ocho meses después, los Vatreni jugaron su primer partido internacional, ante Estados Unidos en Zagreb.

A pesar de haber alcanzado ya dos veces las Semifinales de la Copa Mundial y que jugará la Final de Rusia 2018 este domingo, el equipo croata puede considerarse uno de los más jóvenes en el orbe. El futbol moderno nació el 26 de octubre de 1863 en Inglaterra, es decir, 126 años, 11 meses y 19 días antes de aquella victoria de Croacia 2-1 sobre el equipo de las Barras y las Estrellas en el Estadio Maksimir.

Croacia tardó en entrar al plano futbolístico como un país independiente ya que hasta principios de los 90 fue parte de la extinta Yugoslavia. La nación balcánica consumó su declaración de independencia el 8 de octubre de 1991.

Si bien el equipo que enfrentó a Estados Unidos lo hizo casi un año antes de dicha fecha, el encuentro está considerado como el primero de la Croacia independiente.

Lo que no es nuevo en Croacia es el futbol, ya que los expatriados ingleses que trabajaban en la zona industrial de Rijeka lo introdujeron al territorio croata desde finales del siglo XIX. Además, la Federación Croata de Futbol se fundó en 1912.

Sin embargo, en ese entonces, los jugadores croatas jugaban para el equipo nacional del Reino de Yugoslavia y posteriormente para la República Federal Socialista de Yugoslavia. Durante la Segunda Guerra Mundial, Croacia tuvo un representativo que fue afiliado a FIFA, pero nunca disputó partidos oficiales, solo amistosos.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta 1991, los croatas jugaron con la playera de Yugoslavia en los torneos de futbol. Una vez que se declaró la independencia, Croacia fue readmitida por la FIFA en 1992 y reconocida por la UEFA en 1993. Sus clubes también se separaron de Yugoslavia.

Pero esa misma declaración de independencia que dio libertad a los croatas para formar una selección y a los clubes de crear eventualmente su liga, también hundió al nuevo país en una guerra que cobró la vida de 20 mil personas y dejó a medio millón de refugiados y desplazados entre ambos bandos, según estimaciones.

Esa guerra marcó a los futbolistas que actualmente defienden los colores de Croacia, entre ellos el capitán de los Vatreni, Luka Modric. El mediocampista del Real Madrid fue uno de los miles de desplazados y su abuelo fue ejecutado por rebeldes serbios.

“Eso es el pasado, claro que todo es una influencia y eso nos hizo ser resilientes como nación, pero no quiero ir a eso ni discutir el pasado, nos debemos enfocar en el futuro y nada más”, dijo Modric previo a la Final del Mundial de Rusia 2018.

Sin importar el paso de los años y las palabras de Modric, los estragos permanecen en la memoria y las heridas de la guerra siguen abiertas, tanto que el tenista serbio Novak Djokovic, a quien el 10 del Madrid reconoció como fuente de inspiración, fue criticado en su país por publicar una foto junto a seleccionados croatas y por declarar su apoyo a los Vatreni en el Mundial.

“Repito, todos los que apoyaron a Croacia contra Rusia son psicópatas y están locos, califican para ser encerrados en un manicomio. Djokovic es un héroe nacional y le agradezco, pero ¿cómo puedes apoyar a Croacia? ¿Cómo no te sientes avergonzado?”, comentó Vladimir Djukanovic, miembro del Partido Progresista Serbio.