El show presentado al descanso del Super Bowl desentonó con relación al espectáculo presentado durante la primera mitad del partido entre Denver y Carolina; la banda británica Coldplay fue la encargada de inaugurar las acciones con uno de sus mayores éxitos: Viva la Vida.

Liderados por Chris Martin, su vocalista, los europeos dieron forma a un show flojo que fue continuado por el carisma de Bruno Mars y la sensualidad de Beyoncé, que realizaron una especie de remix sobre el escenario luego de presentar algunos de sus temas más populares.

Cuando las pulsaciones estaban al máximo, la banda inglesa volvió a tomar el control de las acciones para entonar Fix You junto a sus coanfitriones, que rememoraron algunos de los espectáculos más importantes de los últimos años en el también llamado Super Domingo.

Mientras la música sonaba, las tribunas lucían un colorido espectacular gracias a una serie de mosaicos y la utilización de fuegos artificiales. ‘Believe in Love’ se podía leer en el graderío con pancartas de distintos colores; las altas y bajas en el ritmo del show terminaron por mermar la emoción experimentada por todos los espectadores.

Con sólo unos segundos de ‘Clocks’, la canción más popular del conjunto londinense, se despertó la emoción de los aficionados, que fueron defraudados con la tajante interrupción del popular sonido del piano.