Un grupo de investigadores de la Universidad de Coimbra, en Portugal, demostró que la pasión que sienten por el futbol los aficionados más acérrimos es similar al sentimiento de una persona enamorada.

Los científicos Catarina Duarte, Miguel Castelo-Branco y Ricardo Cayolla comprobaron, en una investigación, que los circuitos cerebrales que se activan en los seguidores del balompié son los mismos que en los casos del amor romántico, según un comunicado del centro de estudios.

Castelo-Branco explicó a EFE que ante situaciones de emociones positivas (gol, buena jugada o un buen resultado), se activan en el cerebro regiones similares del córtex frontal, donde se libera dopamina a modo de recompensa.

En el estudio, los investigadores lusos trabajaron con 2 mujeres y 54 hombres de entre 21 y 60 años, la mayoría fanáticos del Porto y el Académica de Coimbra.

“Hemos podido comprobar que los sistemas neuronales que se activan son muy semejantes al del amor romántico”, insiste el investigador portugués.

Incluso, la amígdala cerebral (que regula las emociones) se activa más, según Castelo-Branco, en los hinchas que en las personas que profesan el amor romántico o de pareja.

El estudio también esclarece que “la pasión tiende a prevalecer sobre los contenidos más negativos como, por ejemplo, la derrota contra un rival, ya que las experiencias menos deseadas tienden a ser suprimidas de la memoria emocional”.

Esta investigación sobre personas que practican lo que, en teoría, es un amor trivial, se implementará en los próximos dos años con una nueva investigación donde se medirá el grado de pasión, para ver cómo compite esta forma de fanatismo con el amor romántico.

“A los aficionados les someteremos a dilemas, donde, por ejemplo, tendrán que elegir entre ir solo al futbol o ir con su pareja a ver una película en el cine”, explicó Castelo-Branco.