Expertos en nutrición del Griffith Health Institute dicen haber creado un tipo de cerveza de la que han expulsado la mayoría de las propiedades deshidratantes (causantes de la cruda), sin que el característico sabor se haya perdido.

La idea es muy simple: hacerla más parecida a los componentes de un Gatorade. En esencia los científicos añadieron electrolitos a la cerveza para mantener el cuerpo hidratado.

Para probar su punto, se efectúo un experimento en el cual se ofreció una de cuatro cervezas a deportistas que acababan de hacer ejercicio, y por lo tanto habían sudado.

Eran dos pares de cervezas, la mitad oscuras y la otra claras, un par de éstas eran normales mientras que el otro eran las que habían sido creadas por los investigadores. Ninguno de los deportistas sintió variación alguna en el sabor.

Las cervezas que contenían electrolitos resultaron un tercio más hidratantes que las normales, aunque para que funcionaran también fue necesario reducir su nivel de alcohol en comparación con las cervezas regulares.