El alcalde Michael Bloomberg canceló el viernes el Maratón de Nueva York, en medio de duras críticas porque originalmente mantuvo la carrera en pie mientras la ciudad sigue afectada por los destrozos de la tormenta Sandy.

Muchos neoyorquinos criticaron la decisión original de correr el maratón el domingo y asignar recursos y policías para su organización, aun cuando amplios sectores de la ciudad siguen inundados y sin electricidad, muchos hoteles debían echar a las víctimas de la tormenta para darle espacio a los corredores, y la cifra de muertos supera los 40.

Unos 47.500 corredores de todo el mundo iban a participar en la carrera de 42 kilómetros el domingo, con más de 1 millón de espectadores usualmente alienados a un lado de la ruta del maratón más grande del mundo. La carrera iba a arrancar en Staten Island, una de las zonas más afectadas por la tormenta.

Bloomberg presionó para poder realizar el maratón a tiempo, pero la oposición se intensificó rápidamente el viernes por la tarde por parte del contralor de la ciudad, el presidente del municipio de Manhattan y los trabajadores de saneamiento.

Al final, el alcalde tuvo que retractarse unas tres horas más tarde.

“No queremos que haya una nube negra sobre la carrera o sus participantes, así que decidimos cancelarla”, dijo el alcalde en un comunicado. “No podemos permitir que una polémica por una competencia atlética —incluso una tan importante como esta— le robe atención a todo el trabajo tan importante que se realiza para recuperarnos de la tormenta y poner a nuestra ciudad de pie”.

La cancelación implica que no habrá maratón sino hasta el del año entrante.

Bloomberg calificó al maratón como “una parte esencial de la vida de Nueva York durante 40 años”, y recordó que se trata de “un evento en el que participan miles de neoyorquinos y que es visto por millones”.

Insistió que realizar la carrera no desviaría recursos asignados a las obras de recuperación, pero dijo que entiende la molestia que ocasionó.

“Está claro que se convirtió en una fuente de polémica y división”, expresó. “El maratón siempre ha unido e inspirado a nuestra ciudad con historias de valor y determinación”.

La decisión de Bloomberg se produjo apenas un día después de que hiciera un llamado a las agallas y la resistencia de los neoyorquinos, al decir que “ésta es una ciudad en la que tenemos que seguir adelante”.

La carrera televisada a nivel nacional y que serpentea a través de los cinco municipios que conforman la ciudad, se ha celebrado anualmente desde 1970 —se llevó a cabo en 2001, unos dos meses después de los atentados terroristas del 11 de septiembre.

Mary Wittenberg, presidenta de la compañía New York Road Runners, que organiza la carrera, dijo que cancelar era la decisión correcta.

“Esto es lo que necesitamos hacer y lo correcto en este momento”, dijo.

Wittenberg dijo que se esperaba que unos 10.000 corredores no llegaran después de la tormenta.

Steve Brune, empresario de Manhattan, estaba listo para correr su cuarto maratón en Nueva York.

“Estoy decepcionado, pero puedo entender por qué es más importante utilizar nuestros recursos para quienes perdieron demasiado”, dijo.