Counter Strike es uno de los esports más populares a nivel mundial y uno de los más veteranos. En 1999 sus creadores, Minh Le y Jess Cliffe crearon un shooter multijugador que enfrenta en rondas rápidas a una equipo de terroristas contra otro de antiterroristas. Cinco años después la propia Valve compraba la propiedad intelectual y lanzó el juego ya finalizado integrado en su plataforma digital de venta Steam con el nombre de Counter Strike: Condition Zero aunque el juego competitivo empezó con Counter Strike 1.6. En 2012 llegó Counter Strike: Global Offensive (CS:GO,que ha tardado en asentarse pero ahora se mantiene como uno de los esports más vistos y es bastante habitual que ocupe los primeros puestos entre los juegos más jugados de Steam.

En España una de las figuras más conocidas -y veteranas- en la competición del juego de Valve es Aída Aidy García Cortés (@Aidy_CSGO), actual capitana del equipo femenino de CS:GO de Vodafone Giants. Comenzó a jugar hacia 2006 o 2007 con la versión 1.6. “Me encantaba el juego, es el mejor juego del mundo”, afirma. Antes del FPS y la competición sus gustos iban por otro tipo de juegos “Crash Bandicoot me ha encantado siempre, y Tekken y Metal Gear, que no es un shooter pero sí hay acción. Y también a Warcraft”, apunta, pero ninguno la atrapó tanto como 1.6: “Probé el juego y al principio no me gustó, pero luego me entró la curiosidad y al final intenté ser ‘un poco mejor’… y hasta el día de hoy, que compito profesionalmente”, cuenta. En una carrera tan larga ha habido cabida para todo.

Aidy habla de 1.6 todavía con cariño: “fuera del juego me gustaba la comunidad y lo sano que era todo. Había una comunidad muy sana y nos apoyábamos todos. Había muchos, muchos torneos presenciales y no tantos online. Ahora hay más torneos online porque hay más masificación. Cuando jugaba a 1.6 cada mes estaba en algún torneo fuera de mi casa. Lo echo mucho de menos. Dentro del juego me gustaba el recoil [el retroceso de las armas], la manera de disparar”, responde cuando le preguntamos qué le gustaba de 1.6. El paso de esa versión a Global Offensive fue un paso forzado. “hicieron el rework y, lógicamente, 1.6 no tenía futuro, no había competiciones ni jugadores y tuvimos que pasarnos casi por obligación a CS:GO, que también me gusta mucho”, añade. Al preguntarle con cuál se quedaría, duda: “en aquel momento prefería 1.6, aunque no sé si lo cambiaría porque los gráficos de 1.6, a día de hoy, son una patata. Claro, es un juego que tiene 20 años y la tecnología que había antes no es la de ahora”.

Ese paso de 1.6 a Global Offensive fue un punto de inflexión en el juego, sostiene Aidy porque una parte de los jugadores se resistía a cambiar, para ella al final ha resultado ser una evolución positiva “porque se han ido mejorando ciertos aspectos. Ahora, por ejemplo, la comunidad está súper involucrada, hay muchísima fanbase por el mundo y las retransmisiones, los números online, son brutales, pero hay cosas en las que Valve debería hacer caso a la comunidad. Por ejemplo, los cheats que perjudican a muchísimos jugadores y equipos. Ya no hablamos de eventos presenciales porque ahí lo puedes controlar más, pero en un evento online… hay ligas que no tienen anti cheats y tienen premios y la gente, desde el anonimato de una pantalla le da igual ponerse trampas o no porque el castigo tampoco es brutal, no hay un castigo permanente o que haga que se lo piensen dos veces. Valve debería fixearlo, pero la evolución ha sido buena, el juego mola mucho, es rápido, divertido, hacen constantemente actualizaciones y entonces tienes que indagar mucho y sacar muchas cosas, no es un juego que se estanque”, nos explica en otro momento de la entrevista.