De tantos temas alrededor de Correcaminos uno ya no sabe ni por cual empezar, que si el color azul, que el uniforme está feo, que si van a cambiar el himno, que la presentación y sus edecanes, todos estos que pasan a segundo término cuando abordamos el que de verdad interesa, el desempeño del equipo en la cancha, el tipo de futbol que exhiben.

Después del primer partido del torneo Apertura 2014 de la liga de ascenso, el primeo, repito.

Se supone que lo primero siempre es lo mejor, que al iniciar un nuevo reto, en un nuevo trabajo, en un nuevo ambiente, ante una nueva meta, esa primera vez que te toca trabajar para alcanzarla, es el que mejor realizas, en el que te desvives por empezar a labrar el camino que recorrerás.

Recuerdo a mi maestra de baile quién una vez me dijo, “Si siempre bailas con tu máxima energía, tu máximo esfuerzo y con intensidad,  tu cuerpo  y tú se acostumbrarán a siempre hacerlo bien y cada vez mejor”.

No  me diga que esto no tiene que ver con el futbol. No crea que quiero poner a bailar a  los jugadores, aunque algunos les vendría bien para eso de la soltura en la cancha.

Pienso que ésta idea se acopla perfecto a la idea que busco darle, al comentario que busco externar y compartir con usted.

Si Correcaminos desde el primer partido mostrara hambre y actitud, se acostumbrará a la intensidad y  mostrará un buen futbol, no excelente si usted quiere porque estamos de acuerdo que la  excelencia es una meta de mucho trabajo y en estos momentos algo lejana de nuestro cuadro naranja, pero, al menos sí un futbol que nos hable del hambre de un gol, de la necesidad desde el primer partido de ser  ganado, si en esta primera jornada los jugadores se hubieran plantado en la cancha con las ganas de ganar jugando y jugando bien; el estándar de mejorar sería alto.

Bueno, si esto se hubiera aplicado, el abucheo de la afición, serían aplausos en el medio tiempo y al final, los que asistimos hubiéramos estado cautivados y no aburridos viendo más de lo mismo, ritmo lento, pelotas arriba, media cancha que con todo y su diez no logra salir jugando.

Pues bueno, el hubiera no existe, fue  el primero y  empezamos mal.

¿Cuándo será el día en que dejemos de ver pelotas en el aire, intentando que le caigan a los delanteros?

¿De qué nos sirve un 10 con juego y dinámica?, si esto no es de uno, si no de once con idea.

Veo las declaraciones del técnico y me parece asombroso, como puede estar contento con la actitud y compromiso del equipo. ¿Es verdad Omar Arellano? ¿Eso es ser contundente?

Contundencia para mi es meter goles y ganar.

Y entonces, desde ahí estamos mal, si como DT no vas a exigir lo máximo y te conformas con esta actuación, en tu primer partido del torneo, discúlpeme lector, no le apuesto nada bueno a Correcaminos.

Plantel hay, claro que hay, pero la forma no es la adecuada. Es como una caja fuerte, los números están, solo falta la combinación indicada para abrirla y encontrar el tesoro, “el ascenso”.

Sinceramente que bueno que el Gobernador del Estado se atrevió a decirlo “aburrido partido” para ver si así llegan sus declaraciones a la directiva, cuerpo técnico y jugadores, a ver si esto los sacude, aunque meditando en el asunto, si la falta de aficionados y sus reclamos no los sacude, ¿podrá hacerlo el comentario de Egidio Torre Cantú?

Veremos si el próximo partido es mejor, si la afición asiste al Marte y si se empieza a dar la reconciliación.

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