Altamira, Tampico, Madero y ciudad Victoria además de pertenecer a Tamaulipas, tienen situaciones afines en el ámbito deportivo el principal detalle semejante es el eterno sueño de sostener una franquicia de Primera División en las citadas ciudades, sin embargo no han logrado cuajarlo y menos soportarlo largo tiempo.

Por lo general la oportunidad de contar con equipos de “lujo” en el máximo circuito no pasa de un corto tiempo, siendo efímera su estadía la cual únicamente despierta el interés de aficionados y patrocinadores quienes apenas van entusiasmados con sus equipos cuando ¡zas! ya están peleando la lucha por evitar el descenso y para colmo bajan de categoría, sino que se venden las franquicias y adiós pampa mía, el ejemplo aquí está los varios “Tampico-Maderos” que han hecho maletas.

Tampico-Madero y Correcaminos, simplemente han dejado de ser instituciones que les teman –deportivamente hablando- otros clubes, viven del recuerdo, épocas de grandeza escritas hace mucho tiempo, sin duda que la historia es valioso tenerla presente y sirva de estímulo  a quienes porten el uniforme ya sea el celeste o  naranja; sin embargo en infinidad de ocasiones esos uniformes han sido burlados por jugadores y técnicos que han resultado verdaderos petardos, que decir de directivos que únicamente han buscado los reflectores para buscar popularidad en la sociedad, después ante el  fracaso se van sin haber aportado nada. Ahí hay ejemplo quienes siendo titulares de deportes en el gobierno estatal presidieron el club Correcaminos y al final ni atención pusieron adecuada en un lado y menos en otro.

Directivas en el sur tamaulipeco que integraron quienes formaron parte de los ayuntamientos municipales inmediatos pasados y simplemente fracasaron con el equipo, sólo en la foto aparecieron ocurriendo lo mismo que en el Corre su “Concejo” fue insípido, ni que decir de aquellos “directivos” que prometieron y no cumplieron ni la mitad, otros más simplemente los gastos operativos del club se los comieron.

Hoy una vez más con tristeza observamos como el Tampico-Madero jugando en la segunda le queda a deber a la noble afición y a punto estuvo de perder la categoría; situación que afortunadamente no ocurrió. De ahí que sin duda una vez más ante el nuevo torneo seguro abrigará esperanzas de un conjunto competitivo en sus seguidores y la directiva obligada ante los malos resultados debe comprometerse con la hinchada de armar un equipo que no produzca preocupaciones, al contrario deberá ser combativo y ganador para que la posibilidad de liguilla sea consumada.

En la capital del estado, los miles de aficionados al conjunto plumífero, también se ponen la camisa y ondean la bandera esperanzados en que por fin “sean otra vez de Primera”. Pero deben tomar con cautela el suspiro ya que la maldición del súper líder en el balompié azteca sigue presente, no por ser el mandón ya garantiza el ascenso. ¿Ya se les olvidó cuando perdieron con los Tigres de Alberto Guerra en la propia capital tamaulipeca, y los norteños ascendieron? Y eso que cerró la llave en casa, manifestaron que esa vez si conquistarían el anhelado ascenso, convertido cada torneo en “arañazos” ya que siempre se quedan en la orilla. Y eso que cada administración estatal les brinda apoyo.

¿Primero de junio del Verano `97? Si mi memoria no me falla, “ojo” aficionados azul naranjas, no se sientan ¡¡ya!! En el máximo circuito, un servidor les recuerda desde éste espacio, cuando más cerca han estado los han decepcionado sus Correcaminos.

Así que lo primero es jugar y luego ver que no aparezca la sombra del “ya mérito” de aquel famoso “Verano del `97” seguramente los verdaderos aficionados al Corre deberán tenerlo presente y directivos como Enrique de la Garza Ferrer (hoy titular del ITD) quien durante años ha tenido que aguantar críticas duras ante el funcionamiento, contrataciones y derrotas estrepitosas del cuadro victorense. ¿Verdad Enrique?

Pues a ello súmele apreciado lector, el fracaso –ya acostumbrado- del “Estudiantes” de Altamira, ¿Cuándo aprenderán sus directivos estudiantiles? El curso ha sido ya muy prolongado para que no logren convertir un equipo en protagonista, que atraiga la taquilla, bueno ni siquiera soñar con ascenderlo. La lección ha sido muy dura para la familia De Hita que continua equivocándose en sus decisiones y no consiguen cuajar un proyecto viable en el fútbol de plata, han traído técnicos, jugadores y hasta dizque asesores quienes simplemente llevan al traste la buena intención de los directivos “estudiantiles” que siguen sin “titularse” con un ascenso.

Ya es momento que levanten la cabeza, observen con detenimiento y analicen hacia dónde va su proyecto, el cual una vez más podría meterse en situaciones de descenso el próximo año, si los yerros a nivel directivo continúan, un club que apenas es identificado en Altamira, cuando deberían pensar en el sur tamaulipeco, ¿no hay quienes le diga de sus “asesores” que Tampico-Madero en sus buenos tiempos jalaba afición de los alrededores de nuestra región? ¿si descienden seguirán comprando franquicias para sostener el fútbol de Primera A?

En fin, habremos de estar atentos a los movimientos que realicen sus directivas, las del Tampico-Madero en segunda que ojala ahora si armen un cuadro ganador, así como de Altamira cuyos propietarios sin duda siguen con su buena intención apostando al fútbol, y desear que el correcaminos por fin logre culminar un proyecto, en caso de no ascender ¿para que buscar culpables? Las desilusiones son ya parte del inventario en los equipos tamaulipecos y la deuda con sus aficionados sigue creciendo.

POR HOY ES TODO, MIENTRAS TANTO HAGA DEPORTE QUE NADA LE CUESTA.