Desde que Tampico Madero se quedó sin equipo, hace unos años, algo que la afición del centro y sur de Tamaulipas extraña son los clásicos Tamaulipecos. La oportunidad perfecta de burlarte, de  “engancharse” con miembros de la porra rival, en donde el orgullo se jugaba a “muerte” y en donde era casi un hecho las peleas entre la porra de los dos equipos, una mala costumbre.

Recuerdo muy bien la primera vez que estuve presente en un Clásico en el Tamaulipas, en esa ocasión era un viaje familiar en el que aprovechamos para disfrutar del futbol. Yo tenía aproximadamente doce años y mi ilusión era pararme en el estadio de Tampico Madero con la naranja bien puesta. Mi mamá, que en su juventud había “pisado” varios campos visitantes, no permitió que asistiera al estadio Tamaulipas con mi playera de Correcaminos porque las cosas podían “ponerse feas”.

Esa vez, primos y tíos victorenses, fuimos de “incógnito” al estadio de la Jaiba Brava. No voy a negar que estaba muy nerviosa y casi temblando por la emoción que era para mí vivir un clásico fuera de casa, recuerdo que entramos, buscamos nuestros lugares y a unos cuantos metros estaba la porra “La Legión Plebe”, nos acomodamos y unos valientes Correcaminos pasaban por enfrente de la afición del sur con su playera naranja. Acto seguido, los aficionados del sur aventaban todo tipo de objetos hacia esos aficionados que buscaban un lugar para disfrutar el fútbol y también les gritaban o trataban de “torearlos” para generar algún tipo de pelea.

No se me va a olvidar la imagen de una pareja que muy tranquilamente iba pasando por ahí, cuando toda la afición empezó a insultarlos y a arrojarles cosas como si fueran unos delincuentes, cuando la única diferencia, era que tenían una playera diferente a la de ellos.

El fútbol es pasión, son gritos de apoyo, gritos de coraje y todo tipo de expresiones que para bien o para mal le dan color a nuestras tribunas… al terminar ese partido, salimos rápidamente ya que los ánimos, como es costumbre, ya estaban caldeados y no queríamos correr peligro, y peor aún, estábamos cerca de “La Plebe” y sabíamos que con la porra cerca cosas malas podían pasar, como era costumbre, el clásico terminó en pelea y en heridos de las dos porras.

Desde esa fecha ha pasado mucho tiempo, Tampico Madero desapareció y desde ese entonces Correcaminos ha jugado una final de ascenso, dos finales de liga y una final de Copa Mx, siendo campeón de Liga en el Apertura 2011.

En fechas recientes, Tampico Madero había regresado “más fuerte que nunca”, era un equipo de Segunda División con una afición “de primera”. Se habían presentado llenos totales en el estadio, un colorido espectacular en las gradas, el equipo venía mostrando resultados y pareciera que el sueño se estaba reconstruyendo y que su regreso estaba cerca.

El equipo tenía toda la atención de México y medios de comunicación que volteaban a ver lo que pasaba en esa plaza futbolera, era importante lo que Tampico Madero estaba generando y la atención mediática que estaba acaparando, fue tanto el grado de atención, que Alejandro Irarragorri volteó a verlos.

Como sabemos, hace unas semanas Orlegi Deportes hizo un convenio con Tampico Madero, lo que probablemente les daría el ascenso, no deportivo, a la “Liga de Plata” y apenas la semana pasada la Jaiba Brava se coronaría Campeón del torneo Clausura 2016, campeonato que los llevaría a disputar la final de Ascenso contra Potros UAEM.

Este era el momento de demostrar el material del que estaba hecho, por fin había llegado la oportunidad para la afición de celebrar, desgarrarse la garganta, apoyar y alentar al equipo y demostrar el porqué, según ellos presumen, son la mejor afición de Tamaulipas y de México.

El domingo pudimos percatarnos de ciertas cosas, en un primer plano, sigo sin comprender porque el Estadio Tamaulipas no se llenó, aunque el clásico nacional estaba en televisión, pero era una final de ascenso, trato de pensar muy bien las cosas y no encuentro motivo por el cual no hubo lleno en el estadio, dado que lo que todo aficionado quiere es que su equipo juegue una final, y creo que el momento más importante para un aficionado al futbol, es la final de ascenso en su categoría, ¿De qué sirvió tener estadio lleno toda la temporada si en la final abandonaste?

Por circunstancias del fútbol, Tampico Madero no pudo sacar el resultado y el ascenso lo ganó Potros UAEM, la historia que sigue es con hechos lamentables…

Desgraciadamente a las ocho de la noche, las redes sociales se empezaron a llenar con imágenes desafortunadas, videos con contenido no apto para nadie que gusta del futbol familiar, fuertes. ¿Afición de primera?, no es justo que por unos cuantos aficionados la lleven todos, pero no vamos a negar que lo que se vivió hasta pena da.

Tampico Madero tenía toda la atención de México y la afición se equivocó, la regó porque los actos de violencia vividos no se olvidan fácilmente, ahora ponen en riesgo su tan anhelado regreso.

Potros UAEM no pudo recoger su trofeo de Campeón de Ascenso por una invasión de cancha de la afición celeste, ¿Qué culpa tiene Potros? A veces se nos olvida que el fútbol es para divertirnos, es para reunirnos un rato con la familia y disfrutar, pero no nos hagamos tontos, a mí no me sorprende lo que pasó después de la final, bien dice un dicho, “crea fama y échate a dormir”, es con esta misma afición con la que hemos estado compartiendo partidos desde hace muchos años, y créanme que la historia siempre ha sido la misma, pareciera que la porra del Tampico Madero no es feliz si no se pelea o si no hace sus actos de violencia en un estadio de futbol, se llenan de frustración fácilmente.

Nadie les niega que sean una gran afición, cuando apoyan y llenen de color las tribunas, pero esa noche fue lamentable, como aficionado es lo peor que puedes hacer.

Si hay una persona que debe estar pensando las cosas es Alejandro Irarragorri, si yo fuera él, pensaría dos veces el llevar futbol de ascenso a esta plaza, yo no dejaría que la imagen que representa se viera manchada por estos hechos de violencia.

Fueron solo heridos y gracias a Dios no hay muertes que lamentar, no me imagino que durante esta semana hubiéramos estados todos de luto por la incapacidad mental de algunos que, siendo sinceros, no supieron perder, además, lo que se maneja extraoficialmente, es que habrá una compra segura de franquicia de ascenso, entonces, ¿por qué llegar hasta los golpes?

Creo que la afición de Tampico Madero echó a perder el trabajo y esfuerzo de toda una directiva que ha trabajado por ellos, se tiró a la basura la imagen que se habían ganado, debe haber veto seguro para ese estadio, así como multas y castigos para los responsables y para el equipo.

¡No hubo juego limpio!… y así no se siente la Liga, nunca la violencia será premiada y esta vez Tampico Madero podría perder su tan anhelado premio.