En el mundial de futbol hay que dar todo, no es momento de guardar nada, eso tal parece le quedo claro a Miguel Herrera Aguirre y sus muchachos, encarar al siempre favorito al título Brasil  mas siendo el anfitrión simplemente era el mejor momento para que el fútbol mexicano hiciera olvidar los momentos amargos que padeció durante la eliminatoria.

Las calles vacías media hora antes de iniciar el juego, los niños salían corriendo junto a los padres, las oficinas hicieron pausa, mientras que solo gritos contenidos de gol y otros más de emoción gracias a las enormes atajadas de Paco Memo Ochoa –si aquel que descendió en Francia y de quien se llegó a dudar hasta su inclusión en la lista definitiva- se erigió como la figura en el cuadro tricolor.

La afición eufórica ondeaba en las manos y en sus carros la bandera de nuestro país, mientras que otros aunque les quedara apretada –o como tamal mal amarrado-se pusieron “la verde” y solo caras optimistas reflejaban la confianza que durante el “retro…perdón proceso mundialista” se había perdido. Hoy un conjunto nacional entregado y disputando cada balón a los cariocas mostrando que no importaba tener enfrente a figuras apantallantes; también acá hace aire.

Un cero-cero entre Brasil y México, que despertó emociones al correr el minuto 16 Layun se animó a disparar desde fuera del área como lo hace enfundado en la casaca del súper Ame, nuestra línea defensiva metiendo fuerte la pierna, sin amilanarse a pesar del alto riesgo que el árbitro pitara una decisión inclinando la balanza a favor del local y anfitrión de la Copa del Mundo.

Ojala y así jugará siempre el tricolor, quizás se leerá mal, pero no importaría un marcador adverso cuando se nota la lucha y entrega de quienes enfunden la verde (aunque esta ocasión era la roja) es el momento de la cita con la historia y los primeros 45 minutos sin duda fueron parejos, Brasil buscando mientras que Paco Memo sacando goles cantados y luciendo para la foto. Los “nuestros” sacando la casta y mandando la de gajos metiendo en aprietos en algunas de ocasiones el arco brasileiro.

Jugó extra Thiago Silva al meter fuerte la pierna al “Chicharito” Hernández cuando se perfilaba a recibir el balón y quedar en posición franca de anotar y vencer el arco de la verde amárela, el silbante lo perdonó …tuvo miedo de expulsar al defensor carioca, sin duda que da la impresión de estar cuidando al anfitrión. Y aclaro, Brasil no requiere de la “ayuda” arbitral.

Sin temor a equivocarme, sin afán patriotero considero apreciable lector el mejor partido del mundial es el Brasil-México; pero sobretodo Paco Memo Ochoa se graduó como arquero titular del arco tricolor, aunque muchos dudamos y consideramos avezadas las declaraciones en Los Pinos del “piojo” Herrera hoy a muchos nos tapan la boca con la excelente actuación.

La rúbrica es cierto, hubiese sido el gol pero hay empates que por la forma de jugar y entrega del equipo dejan una entera satisfacción, ahora solo queda el disfrutar lo hecho por nuestra selección que sin duda permite abrigar esperanzas que a Croacia se le puede vencer y avanzar a los octavos de final. ¿Hacia donde llegará el tricolor?  Sólo el tiempo lo sabe pero lo cierto es que si enfrenta su tercer compromiso de la fase regular del mundial como se paro ante Brasil, vendría en camino una grata sorpresa. Por cierto el que deja muchas dudas es el anfitrión, bueno más dudas que la calidad y eficiencia previa al arranque de la Copa del mundo entorno a sus estadios. Por lo pronto hoy surge una nueva religión futbolera “San Paco Memo Ochoa” y muchos aficionados ya hasta lo quieren de “Presidente”……OCHOA ¿DONDE TE IMPLORAMOS?