La mitomanía está definida como la tendencia patológica a mentir o relatar cosas fabulosas, esto es un severo problema, es una enfermedad. El proverbio dice “la mentira luce, mientras la verdad no llega”.

Muchas personas se contradicen a sí mismas, cuenta la misma historia de lo que es o lo que tiene, pero con diferente versión, y esos son signos que caracterizan a un mitómano.

Este problema ha sido fiel a Correcaminos, el cambiar las historias o versiones de lo que se dice se va a hacer, el no ponerse de acuerdo para establecer un solo fin, el hacer como el personaje del famoso programa Chespirito, “la Chimoltrufia”, “que como  dice una cosa, dice otra”.

El Régimen de Transferencias del futbol mexicano una vez más lo volvió a demostrar, Correcaminos fue en busca de una cosa y salió con otra, primero se dijo que buscaría dinamismo y se barajearon nombres, pero los de la Fuerza Naranja contrataron a cuatro jugadores de más de 30 años (Diego Olsina, Pepe Cruz, Jaime Durán y Walter Jiménez) y uno más que esta cerca de los 30 (“Goyo” Torres), asegura que va a buscar que la regla de minutos de menor la cumplan jóvenes de la cantera y contratan fuerzas básicas de otro equipo (Gerardo Moreno y Alejandro García).

Además, dentro de sus nueve contrataciones solo realizó una compra definitiva y fue la del ex capitán Diego Olsina, que regresa después de andar un año en Primera División con Xolos de Tijuana y uno más con Dorados de Sinaloa en el Ascenso MX.

Aunque “El Capi” tiene el cariño de la afición naranja por haber sido pieza clave en el campeonato del Apertura 2011, no deja de ser un jugador de 36 años, y aun desconociendo la cantidad que pagaron por su carta, ¿realmente te sirve comprar un jugador de 36 años?

Otra decisión cuestionable fue la de dejar ir al defensa Carlos Josafat Ramos, al que ya se le había asegurado –según directivos- que continuaría en el proyecto, debido a su excelente trabajo con el equipo la temporada anterior, donde Correcaminos de la mano de él, finalizó como la mejor defensa del torneo.

Se comentó que el préstamo que pedía Celaya era exagerado, pero pues que se podía esperar, cuando por Jorge “Schuster” Ocampo se realizó la compra de su carta en casi 5 millones de pesos (cifra extraoficial), esto sin probar al jugador, y que sufrió una lesión que lo dejó fuera más de 6 meses.

Cuestionable es traer jugadores lesionados, aunque no es la primera vez, el torneo anterior Marvin Cabrera llegó con una lesión de la cual no se pudo recuperar y estuvo en la grada casi todo el torneo, para esta ocasión es cuestionable la contratación del jugador Gregorio Torres, ya que se dijo primero que viene con un esguince de segundo grado en el tobillo, para después volver a comentar que solo trae un golpe y que entrena a la par de sus compañeros, ¿Quién los entiende?

Todo esto se verá reflejado en el torneo regular, donde los resultados dirán si se volvieron a equivocar en las contrataciones de este año.

Que tengan un excelente inicio de semana.