Estamos en una época en la que la situación política de nuestro país está atravesando momentos verdaderamente difíciles. Tengo muy claro que este espacio es deportivo, y la verdad, no soy la experta para decir que cosas se están haciendo mal o quiénes son los culpables de la situación complicada de nuestra sociedad.

Lamentablemente, esta situación política y socioeconómica afecta a nuestro deporte; y me tomo la libertad para decir que es nuestro porque: ¿Cuántos de nosotros no conocemos a jóvenes deportistas verdaderamente talentosos?, ¿Cuántos de nosotros nos llegamos a enterar de sus historias? Al menos una persona de nuestro círculo social es un joven deportista que lucha y hace hasta lo imposible para cumplir un sueño. Algunos de ellos tienen las oportunidades económicas, otros muchos tratan de conseguir becas o diferentes apoyos, pero creo que estamos conscientes de que los presupuestos que se dedican al deporte en nuestro país son limitados.

El deporte pocas veces es prioridad para algún representante del Estado mexicano. Pero créanme que, en estas Olimpiadas, nuestras organizaciones “se volaron la barda”.

Bernardo de la Garza, presidente de la CONADE en 2012 contó con un presupuesto menor del que Alfredo Castillo dispuso en este verano. Me atrevo a decir que Londres 2012 ha sido la Olimpiada más productiva de los últimos tiempos al contar con 102 deportistas y 7 medallas (Una de Oro en Futbol, Dos de plata en clavados sincronizados 10 metros, una más de plata en tiro con arco, así como tres medallas de bronce, una en tiro con arco, otra en clavados femenil 3 metros y otra más en Taekwondo).

De acuerdo con lo acontecido en Londres, todo indicaba que Río iba a ser el destape y, que México iba a triunfar. Todo empezó con la llegada de Alfredo Castillo a la CONADE, el cual no es ex deportista ni mucho menos estudioso del deporte; Muchos han catalogado la llegada de Castillo como un “mero capricho” de nuestro presidente, acto que deja mucho que pensar sobre esta decisión.

Lo primero que hizo Castillo, fue cancelar el Mundial de Natación en Guadalajara por “falta de presupuesto”, este mundial se llevaría a cabo en 2017 y México se había comprometido con la FINA (Federación de Natación y Clavados) para organizarlo. Este acto traería como consecuencia a un Rommel Pacheco con una playera “normal”, cantando el himno mexicano cuando se reproducía el himno de la FINA, mientras Pacheco estaba en lo más alto del pódium con una medalla de oro.

Estoy consciente de que cada quien es responsable de sus actos y de que al momento de competir cada deportista tiene que dar lo mejor de sí para obtener el mejor resultado posible; sin embargo, a inicios de Río2016, se iniciaría con una “falla administrativa”… ¡México no tenía juez en Clavados!…

Los clavados, son un deporte de apreciación y también es un deporte en el que últimamente México había estado destacando. A pesar de todos los problemas, la FINA aceptó a los atletas mexicanos y había mandado una invitación especial para que un juez mexicano se presentará a la justa Olímpica; CONADE y la Federación Mexicana de Natación se encargaron de repartir culpas y al final de cuentas e independientemente de la participación de los clavadistas mexicanos, esto no dejó de ser un ridículo más.

Otra polémica que se generó en Redes Sociales, fue la falta de recursos de parte de la CONADE hacía el Tamaulipeco Rodolfo Cazaubón, el atleta aseguraba que nadie se había acercado a brindarle algún tipo de apoyo.

Es increíble que, en una competencia internacional los atletas tengan que “parchar” sus uniformes y hasta presentarse con uniformes que no fueron proporcionados por la CONADE, tal y como pasó con los boxeadores y los atletas de levantamiento de pesas, debido a un “error en las acreditaciones”. Me van a perdonar, pero como va a ser posible que no se tenga control en ese aspecto que es tan básico en una competencia y más de esta envergadura, ah pero eso sí, los altos mandos decidieron dejar de lado los diseños confeccionados por mexicanos que los atletas lucían en justas pasadas, por unos atuendos extremadamente elevados en presupuesto.

A nosotros no nos lo contaron, nosotros lo vivimos, nosotros como sociedad tamaulipeca fuimos participes de como Raúl Curiel junto con sus compañeros tuvieron que “botear” porque la CONADE había retirado los apoyos a la Federación de Boxeo. ¿Acaso el boxeo no es un deporte?, ¿Por qué se tomó esta decisión?, producto de este “boteo” fue la llegada a el mundial de su especialidad y posteriormente la llegada a Río de Janeiro para los pugilistas. Gracias a su esfuerzo, su constancia pero sobre todo sus ganas de seguir adelante, el boxeo es el único deporte que ha dejado una medalla asegurada para México, misma que Alfredo Castillo no perdió la oportunidad de tomarse la foto con Misael Rodríguez y felicitarlo en redes sociales por lo logrado y levantarse el cuello… Para mí, ese es el colmo del “cinismo” y una prueba contundente de que los que están al frente de nuestro deporte lo desconocen.

Faltan pocos días para que Río termine y estas olimpiadas fueron un verdadero fracaso; insisto, cada deportista es responsable de su actuación, pero tampoco es correcto juzgarlos cuando podemos analizar, ver, y escuchar hasta de los propios deportistas las irregularidades que surgieron a lo largo de este ciclo. Ojalá las cosas mejoren para México, se planteen nuevos objetivos y estrategias, que esto que está pasando actualmente no se repita en Tokio 2020.

Los deportistas lo dicen, nosotros lo podemos ver redes sociales, la CONADE y el Comité Olímpico Mexicano tienen una mala relación, espero que los que lleguen a estar al mando en próximas fechas comprendan que México no está para más ridiculeces ni para más fracasos siendo más unos “Juegos Políticos” que deportivos.