Estamos a días de que inicie la justa Olímpica en Río de Janeiro, los atletas mexicanos van con la intención de lograr un metal olímpico, tal es el caso de la delegación de clavados, taekwondo y tiro con arco, que son los deportes que últimamente han dado los mejores resultados al país.

Londres 2012 fue el marco perfecto para los “futboleros”, ya que el día 11 de agosto se dio el logro más importante de nuestro futbol… la medalla de oro.

Este selectivo en específico estaba lleno de jugadores ya hechos, jugadores con experiencia nacional y jugadores que ya radicaban en el extranjero. Bajo el lema de “Trascender”, 18 mexicanos entre los que destacaban Oribe Peralta, Jesús corona y Carlos Salcido; aunados a un Giovanni Dos Santos con experiencia en el extranjero y que 6 años atrás había sido campeón del mundo sub17 de la mano de Chucho Ramírez. Una línea defensiva ya establecida con Hiram Mier, Diego Reyes, Darvin Chávez y Néstor Vidrio, elementos importantes y de experiencia en Primera División como Jorge Enríquez, Javier Cortes, Raúl Jiménez y Marco Fabián.

Si recordamos, este proceso consiguió el campeonato en el torneo “Esperanzas de Toulon”, previo a Juegos Olímpicos y, después en los partidos de preparación tuvo un retroceso importante, las cosas no salían y el desánimo era parte del día a día de la concentración mexicana.

Luis Fernando Tena tuvo que trabajar con los muchachos para levantarles el ánimo y poco a poco regresar la confianza a cada uno de estos jugadores… el desenlace ya lo conocemos, una medalla de oro teniendo de escenario al majestuoso teatro de los sueños.

Corría el año 2011 cuando de nueva cuenta México vibraba por un campeonato mundial, de la mano del “Potro” Gutiérrez se iniciaba un proceso que a todos nos llenaba de ilusión, futbolistas mexicanos con el llamado “Nuevo Chip” que no le tenían miedo a nada y que querían triunfar; nuevamente México era campeón del mundo y las expectativas que se tenía de los integrantes de este equipo eran altas, claro, no todos corrieron con la misma suerte y lamentablemente muchos se quedaron en el camino, y es que como sobrellevar tanta fama a una corta edad, de hecho, son pocos los que siguen en los reflectores del fútbol mexicano.

La comisión de selecciones nacionales decidió que Raúl Gutiérrez siguiera con su proceso hasta estos días, dando como premio a esa generación y a este técnico la oportunidad de llegar a Juegos Olímpicos con el tan sonado concepto de “continuidad”.

Aunque nos quejemos eternamente del llamado “Mole Tour”, sabemos perfectamente que la derrama económica generada en estos partidos es la que ayuda a que las selecciones menores y las selecciones femeniles puedan tener procesos dignos de preparación hacía sus respectivas competencias. En particular, la escuadra de Gutiérrez ha disputado una buena cantidad de torneos internacionales y el mismo, a lo largo de estos años, ha tenido la oportunidad de observar a diferentes jugadores.

Hace unos días, el Tri Sub23 disputó el torneo “Esperanzas de Toulon” y solamente obtuvo cuatro puntos de los doce disponibles; un equipo sin pies ni cabeza, con una ruleta de jugadores que entraban cada juego para probarse, agradarle al técnico y tratar de solucionar lo que pasaba en la cancha.

El equipo que disputó este torneo está años luz de lo que en realidad se planea que este equipo sea. Aunque faltan los tres refuerzos mayores, sigo sin comprender como ciertos clubes no prestan a sus jugadores para ir armando el equipo que nos representa, comprendo que la liguilla es importante y que las estrellas en los escudos al final de cuentas es el objetivo final, pero esto, aunado a la regla 10/8 me parece una cuestión de encerrar a los jugadores mexicanos en nuestro fútbol, cerrarles las puertas, y querer que simplemente sean jugadores para nuestros clubes sin el fin de trascender.

Comprendo también que, los jugadores que faltan en este equipo juegan o deben jugar de forma excelente, pero creo que ni ellos, ni Raúl Gutiérrez son magos para arreglar todo lo que pasa en esta selección. A diferencia de ese 2012 en donde ya se tenía una base, ahorita no se tiene ni la mínima idea de que posición serán los refuerzos ni mucho menos sabemos cuál será el cuadro base, ni siquiera sabemos cuál de los porteros será el titular.

Claro que hay talento (y de sobra) pero no me parece justo que a estas alturas del partido se sigan probando jugadores, posiciones, lo peor de todo, que los resultados no se estén dando… ¿En realidad México está preparado para repetir la hazaña en JO?

Creo que en este momento aún no hay alarmas a nivel nacional, pero ojalá el “Potro” y sus muchachos logren sacar este proyecto adelante, porque lamentablemente el proceso “Va que vuela para un fracaso más”.