Creo que independientemente de la posición que ocupes dentro del deporte, no se puede negar que existe un sentimiento indescriptible cada cuatro años. Muchos podemos quejarnos y darnos por vencidos en nuestra vida ya sea por un dolor de cabeza, un dolor de rodilla, o hasta algún malestar emocional o una mala racha en lo económico y por supuesto, alguna capacidad diferente.

Las personas con capacidades diferentes, que yo me atrevería a llamar capacidades extraordinarias son personas iguales a nosotros, con la diferencia de que ellos tienen algo especial en su corazón, tienen un espíritu de querer triunfar, sobresalir, no rendirse y ser disciplinados en cualquier cosa que se propongan.

El miércoles pasado, se llevó a cabo la inauguración de los Juegos Paralímpicos 2016. Muchos de nosotros podríamos saberlo, muchos otros no, pero no es una mentira que la fiesta del deporte de estos atletas no tiene todos los reflectores que unas Olimpiadas tienen.

Para esta fiesta del deporte no hubo el gran anuncio de su inauguración, tampoco se hizo gran difusión por parte de los medios de comunicación y ni hablar de que el pueblo mexicano conozca a algunos de los mexicanos participantes en Río.

Estas Olimpiadas no tienen por qué quedar rezagadas o en el olvido, y creo que nuestro país debe estar enfocado más en la difusión de estas disciplinas que, aunque a muchos no les guste o a muchos les moleste, generan más medallas que cualquier deporte jugado con personas “normales”.

Creo también que, cada vez que hay Juegos Paralímpicos este es un tema que se toca y se critica, pero la verdad es que las cosas ya necesitan cambiar. La delegación mexicana en los Juegos Paralímpicos Londres 2012 obtuvo un total de 21 medallas; 6 de oro, 4 de plata y 11 de bronce y a pesar de que en Río cuentan con una menor cantidad de atletas en las diferentes disciplinas, estamos conscientes de que estos deportistas son garantía de medalla.

De lo acontecido en la inauguración me quedo con la cara de felicidad de los atletas mexicanos, su orgullo y su admiración ante el Maracaná que los estaba recibiendo para demostrar lo bello que es el deporte y lo importante que es practicar alguna disciplina sin importar lo bueno o malo que tengas que pasar. Ellos son ejemplo de superación, pero sobre todo de admiración, respeto y AMOR…

Amor a su persona, su familia y a su país.

Hoy, una semana después, 10 atletas mexicanos ya escribieron su nombre en la historia del deporte  tras lograr subirse al podio en Río 2016.

“La misma gata pero revolcada”

A pesar de ser Juegos Paralímpicos, los atletas mexicanos no se salvaron de las malas rachas que actualmente presentan los encargados del deporte del país. Tan solo basta con ver el error de uno de los directivos que registraron tarde a los atletas que iban a participar en la competencia de natación 4×50 metros, en donde minutos después Doramitzi González presentaría un video en su Facebook quejándose de las malas dirigencias y de la forma tan abrupta en que un error administrativo interferiría con su sueño de medalla olímpica.

“Lo que aprendí es que esos atletas no eran discapacitados, eran súper capacitados. Los juegos olímpicos no es donde los héroes se hacen. Los juegos paralímpicos es donde los héroes llegan”

:Joey Reiman.