POR: ERNESTO MARTINEZ PONCE

Hace unos días estuvo de visita en nuestra zona el único árbitro asistente con gafete de FIFA que ha tenido Tamaulipas, me refiero a Rafael Herrera (sobrino del “Barco” Aguirre) quien no dejó pasar la oportunidad de platicar con los medios de comunicación para manifestar abiertamente su sentir sobre las condiciones actuales que padece nuestro arbitraje.

De entrada fue tajante Rafael Herrera al afirmar que en la actualidad no podemos esperar buenos trabajos en los partidos porque están cuidando su trabajo, hoy en día ya tienen mejores sueldos y prestaciones sin embargo dependen de las órdenes que les den sus “patrones” los directivos de la Liga MX, como por ejemplo no poder sancionar más de 20 faltas en un juego o nulificar al máximo el número de tarjetas amarillas o rojas ya que los directivos de los equipos se quejan de los constantes pagos que erogan por tales situaciones.

La influencia de las nuevas directrices nos compartió el ex asistente internacional, pesan en las designaciones de cada juego, la opinión de los directivos de “querer o no a determinado árbitro” son atendidas, empezando por el que actualmente dirige a los árbitros en México “quien nunca se vistió como tal”, era empleado administrativo en el América y su más cercana relación con ellos era cuando les pagaba sus honorarios en el “Azteca”, de ahí conforme hubo vacantes en la Comisión por sus relaciones se fue acomodando hasta llegar a la presidencia de la comisión de arbitraje.

De ahí comprendemos nosotros los difíciles momentos que vive el arbitraje y el porqué de plano no hay figuras de peso que permitan confiar en buenos trabajos; lejos quedan las épocas en que al ver al “Boni”, Codesal, Álcala, Archundia, los Brizio, tanto jugadores, técnicos, directivos y aficionados estaban tranquilos, cierto había polémica pero no llega a acentuarse y mucho menos a preocupar.

Dentro de la charla con el nacido en ciudad Madero y avecindado en el Distrito Federal nos refirió a la crisis que vive el arbitraje de nuestro estado, el cual prácticamente ha desaparecido del mapa, no pesa ni es tomado en cuenta por la Comisión para buscar ascender silbantes o asistentes; están olvidados y lo peor –dijo Rafael Herrera- nadie quiere invertir un peso para acudir a la capital del país y reportarse cada semana con el objetivo de que lo conozcan y juzguen su trabajo de forma adecuada.

Sin duda una conversación muy ilustrada del acontecer sobre el arbitraje mexicano el cual vive una de sus peores etapas, jóvenes que no tienen idea de cómo llevar un juego y lo peor algunos ya portando el gafete FIFA cuando antes costaba mucho trabajo que se lo ganaran, ojala y no se reaccione muy tarde para intentar retomar la calidad de nuestros silbantes………………CRISIS EN ARBITRAJE AZTECA.

POR HOY ES TODO, HASTA LA PROXIMA, MIENTRAS TANTO. HAGA DEPORTE QUE NADA LE CUESTA.