Mis estimados lectores no todo es fútbol en nuestra zona, la riqueza deportiva de Tampico y Madero es fortalecida, pocas veces valorada pero más grave aún casi olvidada por aquél portento de equipo, convertido en leyenda los “ALIJADORES” de Tampico –así con mayúsculas- todavía en nuestra niñez tuvimos la fortuna de acudir al parque y presenciar varios partidos los cuales se convertían en fiestas; como olvidar el anuncio de la Ferretería “El Gallo” que invitaba a los peloteros a pegarle y llevarse una lana.

Observar cuando el juego se detenía, el tren obligaba la suspensión momentánea del partido, histórico y jamás imitado en ningún rincón del mundo, sólo aquí en nuestro querido puerto jaibo; el grito del “Dorao, Salao” cuando la gente le cantaba  a pulmón abierto al popular vendedor de frituras quien al oír el estribillo musical aventaba los cacahuates a la afición.

Algunas lanchitas se ubicaban a “pescar” literalmente en el río  las pelotas que surcaban los aires y volaban la barda; ¿Cuántas de esas históricas pelotas habrá en el fondo?  Los micrófonos de la emblemática estación de radio en nuestra ciudad XETU transmitiendo las épicas acciones que vibraban en los corazones de los amantes al rey de los deportes, el siempre bien recordado Paquito Gutiérrez Zapata –voz comercial- el saludo desde éste espacio a Don Alfredo Sánchez Cerda narrador de aquellos memorables juegos, por citar algunos nombres.

Me comentan algunos aficionados, que ellos de niños juntaban un peso, pagaban a una señora que habitaba contigua al parque para “colarse” – más barato el costo del boleto- y ver los partidos de los “ALIJADORES”. Otros más se acomedían a vender cerveza pero cargaban la cubeta vendían una cuantas   luego sentados entre los adultos veían el juego y  les consumían la “cheve”.

No puedo pasar por alto una fecha importante, infelizmente olvidada por muchos amantes al deporte en general, el 19 de agosto de 1946 “ALIJADORES” con ventaja de juego y medio en un espectacular duelo entre el zurdo Max Lanier por los “Azulejos” de Veracruz (que jugaban en el parque Delta del DF) y el sensacional curvero Jesús  “Cochihuila” Valenzuela (por los de casa) se alza con el título de esa temporada aquí en el puerto jaibo.

En dicha década se recuerda al gran Ángel Castro, Loonie Sommers, Pedro “Charolito” Orta; ya en los setentas los “ALIJADORES” retornan a la pelota caliente en 1972 los “Sultanes” de Monterrey sueltan ante la incredulidad de propios y extraños al hombre sensación del momento aquí en Tampico se convirtiera en leyenda Héctor “Supermán” Espino.

Con sus inolvidables cuadrangulares Héctor Espino encabeza figuras como Joe Pactwa, Tom Silverio, Rolando Camarero, Charlie Howard, Arturo Rey, el manager del equipo campeón Benjamín “Papelero” Valenzuela que enfrentó a Napoleón Reyes piloto de los “Cafeteros” de Córdoba que sucumbieron aquí; “ojo” traía una ofensiva que espantaba el sueño: Celerino Sánchez, Manny Álvarez, Luis Alcaraz y Vic Delgadillo.

Inolvidable aquel 29 de agosto de 1974 cuando pasados escasos cinco minutos de la media noche Pancho Maytorena alza su guante en elevado al cuadro captura la pelota y se consuma el título de la liga mexicana a favor de los “ALIJADORES” de Tampico. Con la cara al suelo quedaban “Diablos Rojos”, “Algodoneros”, “Sultanes” y “Cafeteros” rivales de mucha jerarquía ante los flamantes monarcas. Poco más de once mil eufóricos seguidores de los “ALIJADORES” daban rienda suelta a su alegría y el parque de la isleta Pérez era el marco esplendoroso del surgimiento del nuevo campeón del béisbol mexicano.

Tras ésta serie de apuntes que un servido ha compartido con muchísimo gusto en la presente columna me pregunto apreciable lector ¿alguna vez retornará el béisbol profesional? Muchos se quieren apuntar como los “redentores” o “salvadores” y no pasan de “pericos” puro blablablá.

Es cierto que por los ochentas en la zona norte se enclavó un parque y sin pena ni gloria pasaron los “Astros” de Tamaulipas; antes de la detención de la “Quina” el 10 de enero de 1989 demolieron la unidad deportiva “Kehoe” para construir un parque de béisbol y se enmohecieron las gradas ya que tras el encarcelamiento de los líderes petroleros la posibilidad de retornar el beisbol profesional a la zona se esfumó.

Hay pocos espacios para instalar un parque profesional en Tampico o Madero, lo cual sin duda dificulta más que el sueño cuaje, la apatía de las autoridades por apoyar una franquicia beisbolera en los años recientes ha sido muy clara y sólo ven “fútbol” cuando realmente nuestra zona no sólo ha vivido del balompié; “ALIJADORES” de Tampico…….UN RECUERDO CON CARIÑO

POR HOY ES TODO, HASTA LA PROXIMA, MIENTRAS TANTO HAGA DEPORTE QUE NADA LE CUESTA.