Cada año, se realiza un autoanálisis de las expectativas y metas que uno se traza, me imaginó que el deportista hace lo mismo cada vez que ve cerca la llegada de la justa deportiva más importante de nuestro país, la Olimpiada Nacional, ese evento que no dura más que tan solo 2 meses, en donde se ve reflejado todo el trabajo que se realizó en el año, para llegar a ese evento, dejando atrás la etapa municipal, estatal y regional y llegar ahí, donde muchos quisieran estar.

Y es por ello que fijarse  como meta el 2016, es algo difícil y complicado de entender no lo creen… ustedes se preguntaran ¿por qué el 2016 y no este año? Y es que fueron las expectativas y metas para la Dirección de Alto Rendimiento del Instituto Tamaulipeco Deportivo, Carlos Lerma Acosta.

Señores por favor tenemos que ser hábiles  e inteligentes, el reloj hace tic-tac y cada segundo cuenta, porque no apoyar hoy, una disciplina que te ayuda a conseguir más medallas, es impresionante que nuestro estado dependa de una disciplina como es Gimnasia Rítmica para conseguir más medallas de oro, pero ¡oh!, sorpresa las complicaciones se dan cuando te recortan las edades y te dejan fuera a atletas que te daban una producción de 3 medallas de oro o más, ahora que se viene para Tamaulipas un panorama negro, donde por desgracia ese top ten conseguido hace ya algunos años allá quedado solo en el recuerdo.

Tamaulipas es uno de los Estado, que cuenta con una infraestructura envidiable, esas fueron las palabras del Director General de la CONADE, Jesús Mena,  un Polideportivo de Ciudad Victoria con las mejores instalaciones, que no destacar la Natación, disciplina que en la pasada Olimpiada Nacional te dio una buena cantidad de medallas, gracias a Fernanda Dimas o explotar esa fosa de clavados, para generar más medallas deportivas, se podría decir muchas cosas, pero si ellos se fijan metas para el 2016, cuando la actual administración se va es imposible ser evaluados de una buena manera.

La está rompiendo

En el argot futbolístico la frase la están rompiendo, es muy común cuando un equipo o un jugador se encuentran en su mejor momento y esto indiscutiblemente le está pasando a Carlos Ramos, el zaguero de Correcaminos, quien ha conseguido la titularidad y además es una pieza clave en la columna vertebral de la zaga Naranja.

El adaptarse le costó mucho,  pero ahora que lo ha logrado se ha visto reflejado en el terreno de juego, en hora buena por él y su buen desempeño.

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